Valores editoriales

PR103311/LORENA ESCANDELL

Análisis y comparación de los valores editoriales de la BBC con casos de televisiones españolas.

Una historia de periodistas (para aprender)

PR9140111/LORENA ESCANDELL

Reseña literaria del libro Fe de errores (Temas de hoy, 2009), de Albert Montagut.

La desinformación en periodismo

PR7221210/ MARINA BARTUAL

Solemos pensar que los medios de información ofrecen luz sobre los hechos y cuentan toda la verdad sobre ellos, no sospechamos que esta información puede ser manipulada y distorsionada de la manera que el reportero quiera y por ello somos vulnerables, porque nos creemos todo aquello que la prensa nos cuenta y a veces el conocimiento que adquirimos del mundo es erróneo. El caso del periodista Stephen Glass, antiguo reportero de la prestigiosa revista americana The New Republic, explica muy bien la manipulación de la información en los medios.

Principios y deberes del periodismo

PR7221210/LORENA ESCANDELL

El caso Stephen Glass vulnera los principios fundamentales del periodismo. La práctica periodística del que fuera editor de la revista norteamericana The New Republic entre 1995 y 1998, que adulteró la mayoría de sus artículos, atenta contra el deber principal del periodista: difundir información veraz, exacta y contrastada a la ciudadanía con total libertad, lo que se traduce en “trabajar en beneficio de una sociedad más libre y democrática y salvaguardar ésta de informaciones que tiendan a deformar de manera voluntaria la realidad de los hechos”, señala el Colegio Profesional de Periodistas de Cataluña (CPC). 

Nunca digas nunca

PRVOL131210/LORENA ESCANDELL

Artículo de opinión sobre el caso Watergate y el periodismo de investigación.

El escritor de fábula

PR7221210 / ROCÍO BENITO

Stephen Glass es un claro ejemplo de mal periodista. El precio de la verdad muestra nítidamente cómo ese ambicioso periodista garante de la mentira y la invención huye del fin periodístico básico, la verdad. Según reconoció The New Republic en junio de 1998 cuando tuvo que publicar una disculpa a sus lectores, 27 de los 41 artículos que Stephen Glass había escrito para la revista no eran más que historias inventadas parcial o totalmente, pues sus fuentes eran fruto de su imaginación.